Nosotros directamente, lo somos.
Gracias, por ser el mejor equipo del mundo. Gracias, por llevar a la mareona roja a cualquier lugar de España, y del mundo. Gracias, por ser los mejores jugadores del mundo. Gracias, por se un equipo tan humilde, tan eso, equipo. Gracias, por enseñarnos a sufrir. Gracias, por enseñarnos a sonreír. Gracias, por llevar este sentimiento tan adentro. Gracias, por no dejar nunca de soñar. Gracias, por creer que podemos, y qué cojones, que somos de primera. Gracias Barral, por esos goles que nos hicieron tocar el cielo. Gracias Gregory, por ser tan mágico. Gracias Juan Pablo y Cuéllar, por esas paradas que nos paraban el corazón también.
Gracias Real Sporting de Gijón, y pobre del que quiera quitarnos la ilusión.
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