lunes, 5 de diciembre de 2011

¿Estás ahí?

Hola papá, estaba pensando en ti, como hago tantas veces a lo largo del día, y me apetecía escribirte. Sé que no leerás esto, pero quiero creer que sí, porque sigues aquí.
Se acercan las navidades. Tiempo atrás, tampoco tanto, por estas fechas estábamos viajando de aquí p'allá detrás de Ángel y el ciclocross, ¿te acuerdas? Nunca me gustaron las bicis, reconozco que iba solo por estar contigo porque durante toda la semana apenas te veía, tú volvías de trabajar a las ocho y media de la tarde, y yo me iba a dormir a eso de las diez. Pero desde hace dos años, me enseñaste tanto... Era rutina ir de carrera en carrera, yo preguntaba ya el lunes dónde era la siguiente, por verte sonreír. Ahora ya no estás. No quise ir este año a ninguna. No me veía capacitada, hasta ayer. Decidí ponerme la mochila al hombro e ir, volver a ver a toda esa gente maravillosa que conocí gracias a ti. Pero cuando me vi allí, rodeada de tanta rueda y de tanto barro, me sentí sola. Sentí que no debía estar allí, que no pintaba nada sin ti. Y era verdad. No tengo el valor aún de recordar tantos buenos momentos a tu lado sin ponerme a llorar, dicen que el tiempo todo lo cura, pero de verdad que cada día me veo más hundida sin ti. Me siento perdida, porque me fatas tú. Seré egoísta, pero quince años a tu lado, me siguen pareciendo pocos. Y ahora llegan las navidades... El año pasado ya estabas malo, y recuerdo verte en nochevieja junto a la chimenea, y yo abrazándote dándote más calor, para que sintieras que mi vida es tuya, que prefería darte mis latidos y que salieras adelante. Si por fuerzas, gana y esperanza hubiera sido, estas navidades serían otra vez especiales, por el hecho de que estuvieras a mi lado. No digo que estas vayan a ser las peores navidades de mi vida, pero se supone que son una época para estar todos juntos, en familia... Sabes que mamá y yo no nos llevamos bien, y que tú eras quien nos reconciliaba siempre. Ahora está siendo todo tan frío... Van a ser las más duras, eso sí. Si pudiera pedir ahora mismo un regalo, sería que abrieras la puerta y entraras por ella. Esto está siendo más duro de lo que parece, y sonreír sin tenerte a mi lado cada día me cuesta más. Te quiero, no olvides que siempre serás mi héroe.

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