- Me alegra que le hayas olvidado ya.
+ No le he olvidado, cada día lo sigo teniendo presente.
- ¿Entonces? ¿Por qué no sonríes cuando hablas de él?
+ Porque ya no es lo mismo, me ha decepcionado.
- ¿Pero tú le quieres?
+ Demasiado, él es mi vida.
- Pues lucha por conseguirlo.
+ No puedo, no tengo fuerzas para luchar por alguien que sé que nunca me podrá hacer feliz.
- Pero, cuando estas con él, eres feliz, se te nota en los ojos.
+ Sin duda, pero la felicidad va más allá de un beso, de un abrazo, de unas palabras…
- Entonces, ¿tú qué buscabas? ¿El chico perfecto?
+ No, el chico perfecto no existe, solo buscaba el chico que me ayudara a encontrar la historia perfecta.
- ¿Y vuestra historia qué fue?
+ Para mí fue la historia más bonita de todas, para él una más…
- ¿Y cómo sabes que para él fue una más?
+ Porque no ha luchado, porque me ha mentido, porque me ha fallado cuando menos me lo esperaba…
- ¿Y por qué lo sigues teniendo presente?
+ Porque no me voy a rendir…
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