Esos pequeños momentos de locura, en los que te das cuenta que te importa poco, o más bien nada, lo que diga o piense la gente de ti. Es genial subirse a los más alto sabiendo que no te vas a pegar la hostia, eres lo más importante aquí. Eres la reina del baile y del mundo y toda la atención va dirigida a ti. Pero, ¿sabes? A nadie le importa, porque el simple hecho de estar en la mejor compañía, lo puede todo y hace que nada más importe.
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