Te levantas cada mañana con la esperanza de que el sol brille, que las nubes sean blancas y esponjosas, y ver en ellas figuras. Sí, eso sería lo bueno... Pero cuando todo parece que se normaliza, te das cuenta de que todo eso del sol y de las nubes, es tan solo un sueño. Despierta princesa, has vuelto a la realidad.
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